Todos sabemos que cuando nos levantamos buscamos tener una piel radiante y saludable. La clave para lograrlo no se trata de productos milagrosos ni tratamientos costosos, sino en la constancia y en seguir una rutina facial adecuada que, además, no requiere de más de 5 minutos. En este artículo, te enseñaremos paso a paso a cuidar tu piel cada día para conseguir buenos resultados manteniendo sana nuestra piel. ¡Comenzamos!
Conoce tu tipo de piel
Es muy importante conocer y entender nuestro tipo de piel antes de elegir productos y comenzar con la rutina. Cada tipo de piel tiene características y necesidades específicas:
- Piel seca: se siente tirante y puede tener escamas; necesita hidratación profunda.
- Piel grasa: contiene brillo y poros dilatados; necesita equilibrar la producción de aceite.
- Piel mixta: combina zonas secas y grasas, especialmente en la zona T (frente, nariz y barbilla).
- Piel sensible: reacciona fácilmente a productos y factores externos; necesita productos suaves.
- Piel normal: es una piel equilibrada, pero aún requiere cuidados regulares.
Al despertar, presionaremos un pañuelo de papel sobre diferentes áreas de nuestro rostro. Si el pañuelo recoge aceite de todas las áreas, probablemente tengamos la piel grasa. Si solo recoge aceite de la zona T, es probable que tengamos la piel mixta. Si no recoge aceite, es posible que tengamos la piel seca o normal.
Conocer nuestro tipo de piel nos ayudará a elegir los productos adecuados según lo que necesita nuestra piel. Ahora que ya conocemos nuestro tipo de piel podemos comenzar con la rutina que buscamos.
Paso 1: Limpieza
El primer paso que debemos seguir para comenzar con nuestra rutina facial es el de limpieza. Debemos de eliminar el maquillaje, el exceso de sebo, las impurezas y células muertas que se acumulan en la piel.
Comenzaremos mojando nuestro rostro y seguidamente aplicaremos un limpiador, que dependiendo nuestro tipo de piel optaremos por uno u otro, realizando movimientos circulares. Finalmente, enjuagaremos con agua fría.
Paso 2: Exfoliación
Continuaremos con la exfoliación, ya que ayuda a eliminar células muertas, enseñando una piel más suave y luminosa.
Para este paso podemos utilizar un exfoliante físico (con partículas abrasivas) o un exfoliante químico (ácidos que disuelven células muertas).
Realizaremos este paso 1 o 2 veces por semana.
Paso 3: Tónico
Para este paso basta con empapar un algodón con tónico y seguidamente lo pasaremos suavemente por todo el rostro.
El tónico restaura el pH de la piel después de la limpieza y prepara la piel para los siguientes pasos, además puede hidratar o calmar nuestra piel.
Paso 4: Suero
Después del tónico, aplicaremos unas gotitas de suero en nuestra mano, frotaremos y aplicaremos en nuestra cara con toques suaves.
Los sueros son ingredientes activos concentrados que están diseñados para tratar problemas específicos. Existen sueros hidratantes, anti-envejecimiento, iluminadores, entre otros.
Paso 5: Hidratación
Las pieles secas pueden beneficiarse de cremas más densas, mientras que las pieles grasas pueden beneficiarse por geles. Las cremas de día suelen ser más ligeras y pueden tener protector solar. Las de noche son más nutritivas.
Mantener nuestra piel hidratada es muy importante para nuestra salud y apariencia.
Paso 6: Protección solar
Finalmente, debemos aplicar un poco de protección solar después de la hidratación. Lo aplicaremos en nuestro rostro y cuello, incluso en los días nublados.
Aplicar el protector solar diariamente previene muchas, arrugas y, lo más importante, enfermedades cómo el cáncer de piel.
Consejos adicionales
Además de los productos faciales, nuestro estilo de vida influye significativamente en la salud de la piel. Es muy importante mantener una dieta balanceada, evitar consumir tabaco y alcohol, dormir entre 7 y 8 horas, practicar ejercicio y limpiar regularmente las herramientas de maquillaje.
Como podemos observar, conseguir una piel radiante, saludable y en su mejor estado, no se basa en soluciones mágicas, sino en seguir los consejos que os hemos proporcionado anteriormente de una manera regular.